Ese ser humano, Es un puto adicto. Adicto a sentir. Sentimientos fatales, O sentimientos virtuosos, Da igual. No le interesa si se destruye a sí mismo, Con tal de saciar su sed, Con tal de no sentirse entumecido ni un segundo A ese adicto, No le importa nada más, Que embriagarse de sentimientos.
Paulina Alarcón